Hace unos meses Bárbara Mori dio a conocer que se contagió de COVID-19 y tuvo que resguardarse en su casa por unas semanas, pero después de eso sufrió los estragos de la enfermedad, los cuales afectaron principalmente a su memoria.
Al igual que otros artistas, Bárbara Mori relató que su principal preocupación después de su contagio fue el correcto funcionamiento de su mente, pues la retención de diálogos en su memoria es esencial para su trabajo como actriz.
Y es que, pese a que fue hace varios meses que Mori contrajo la enfermedad producida por el Coronavirus, recuerda bien cómo la hicieron sentir las secuelas, pues le dio ansiedad el hecho de verse afectada una de sus principales herramientas de trabajo, su memoria.
En entrevista con el programa Hoy, la actriz explicó que le preocupó la forma en que la COVID afectó a su mente a principios de este año debido a que es a partir de la memorización que trabaja, por ello el no tener la capacidad de usarla como normalmente la angustió.
Aunque las secuelas la molestaron por unos días, la protagonista de Rubí logró salir victoriosa de la afección después de los 20 días que iniciaron sus síntomas, incluso, piensa que fue afortunada ya que “fue bastante amable conmigo el COVID-19”, dijo.
Desconoce exactamente de qué forma se contagió, pero piensa que pudo haber sido en una reunión que tuvo con miembros de su familia, pues fue después de ese día que comenzó a sentirse mal con la presencia de algunos síntomas.
“Fui a visitar a mi hermana a su casa, estaba mi hermana, sus dos sobrinas, mi madre y la novia de mi hermano. Estábamos reunidos como familia”, recordó. Fue a los tres días después que se realizó la prueba porque “tenía fiebre, me sentía mal, tuve mucho dolor en los párpados”. Sus resultados fueron positivos, así que decidió aislarse por 15 días.
Anteriormente, Mori relató que se había sentido bastante desorientada durante su aislamiento. “Lo que me dio es desorientación, muchísimo, de que sentía que mi cuerpo estaba aquí, pero mi mente en otra parte”, explicó para los medios.
Aunque se sintió incómoda por sus padecimientos, decidió ser paciente y esperar en su cuarentena, pues afortunadamente pudo ser tratada desde su casa ya que no fue necesario que le fuera suministrado oxígeno.
Bárbara criticó a los que aún no creen que el virus existe, pues piensa que este grupo ha contribuido a que exista un pánico hacia la misma enfermedad o que más gente se una a esta forma de pensar.
“El problema y por lo que creo que mis compañeros de pronto dicen que no existe, es porque hay demasiada información falsa y siento que toda esta información falsa que hay allá afuera, está para crear pánico, para crear miedo”.